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El balneario de Alhama de Aragón cuenta desde el pasado mes de abril con dos calderas de biomasa (500 kilovatios de potencia cada una) que han venido a sustituir a otras tantas de gasóleo. La nueva instalación provee de calefacción, agua caliente sanitaria y tratamientos termales a los tres hoteles integrados en Termas Pallarés: Gran Hotel Cascada (5 estrellas y 24 habitaciones), Hotel Termas (4 estrellas y 54 habitaciones) y Hotel Parques (3 estrellas y 91 habitaciones).
El consejero de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, visitó la semana pasada el complejo termal situado en Alhama de Aragón (Zaragoza), que estrenó el pasado mes de abril una instalación de biomasa de un megavatio de potencia que se encuentra ubicada en un edificio independiente del complejo hotelero. Aparte de las dos calderas de 500 kilovatios, la instalación cuenta con dos depósitos de inercia de 5.000 litros, 120 metros de conducciones enterradas, un silo aéreo de 140 metros cúbicos de capacidad y sistemas tanto para descargar las astillas como para recuperar los humos.
Los efectos del cambio
Según la nota de prensa difundida por la consejería aragonesa de Industria, los beneficios de sustituir la instalación de gasóleo por esta de biomasa "son tanto económicos -el Balneario ahorrará más de un 10% en los costes energéticos- como sociales y medioambientales". Así, el uso de la biomasa -explica en su nota el Gobierno aragonés- evita el consumo de "los 145.000 litros de gasóleo al año que se venían gastando hasta ahora y la emisión de 404 toneladas de CO2 a la atmósfera". De modo indirecto -concluye el Ejecutivo maño-, se favorece la "creación y mantenimiento de puestos de trabajo en lugares como las plantas de biomasa que proporcionan el combustible y en otras actividades relacionadas como la limpieza de bosques y transporte de material".
Según la nota de prensa difundida por la consejería aragonesa de Industria, los beneficios de sustituir la instalación de gasóleo por esta de biomasa "son tanto económicos -el Balneario ahorrará más de un 10% en los costes energéticos- como sociales y medioambientales". Así, el uso de la biomasa -explica en su nota el Gobierno aragonés- evita el consumo de "los 145.000 litros de gasóleo al año que se venían gastando hasta ahora y la emisión de 404 toneladas de CO2 a la atmósfera". De modo indirecto -concluye el Ejecutivo maño-, se favorece la "creación y mantenimiento de puestos de trabajo en lugares como las plantas de biomasa que proporcionan el combustible y en otras actividades relacionadas como la limpieza de bosques y transporte de material".
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